
El Dragón del miedo
Cuando el caballero con su armadura de guerra estaba a medio camino de su objetivo, que llegar a la cima de la montaña, abrió de golpe la puerta del castillo que interfería en su camino.
El caballero abrió la puerta del castillo con un golpe y en un largo puente sobre el agua, se encontró un enorme y amenazador dragón, cubierto de relucientes escamas verdes, surgió de su interior, echando fuego por la boca. Espantado, el caballero se paró en seco.
Había visto muchos dragones, pero éste no se parecía a ningún otro. Era enorme, y las llamas salían no sólo de su boca, como sucedía con cualquier dragón común y corriente, sino también de sus ojos y oídos. Y, por si eso fuera poco, las llamas eran azules, lo cual quería decir que este dragón tenía un alto contenido de butano.
El caballero buscó inmediatamente su espada, pero su mano no encontró nada. Comenzó a temblar. Con una voz débil e irreconocible, el caballero pidió ayuda a Merlín, su mago amigo, más, para su desesperación, el mago no apareció.
- ¿Por qué no viene? - se preguntó ansiosamente, al tiempo que esquivaba una llamarada azul del monstruo. Normalmente se puede contar con él pensó el caballero. “No me puede abandonar ahora”, se dijo el caballero. “Me prometió que no habría dragones en el camino”
- Se refería a dragones comunes y corrientes - rugió el monstruo con una voz que hizo temblar los árboles y que por poco hizo caer al caballero.
La situación parecía seria. Un dragón que podía leer las mentes era definitivamente lo peor que se podía esperar pero, con la voz más fuerte y potente que pudo, el caballero gritó:
- ¡Fuera de mi camino, pedazo de reptil gigante!
La bestia bufó, lanzando fuego en todas direcciones. El caballero, que no sabía que más hacer, intentó ganar tiempo.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó el caballero. - ¿Hay algún sitio mejor donde yo pueda vivir? - Yo Soy el Dragón del Miedo y la Duda.
El caballero reconoció que el nombre era muy acertado. Miedo y duda era exactamente lo que sentía.
El dragón volvió a vociferar:
- Estoy aquí para acabar con todos los listos que piensan que pueden derrotar a cualquiera simplemente porque han traspasado algunas simples murallas. - ¿Te vas a retirar después de haber llegado tan lejos? preguntó burlándose el dragón, mientras el caballero se sacudía las chispas de la espalda.
El caballero dirigió la mirada al puente hacia donde se encontraba el monstruo lanzando fuego.
Con el pensamiento y la duda en la mente de que el dragón quizás sólo existía si él creía que existía, el caballero inspiró profundamente y, con lentitud, volvió a atravesar el puente.
El dragón, por supuesto, fue a su encuentro, bufando y echando fuego. Esta vez, sin embargo, el caballero siguió adelante. Pero el coraje del caballero no tardó en comenzar a derretirse, al igual que su barba, con el calor de las llamaradas del dragón. Con un grito de temor y angustia, dio media vuelta y salió corriendo.
El dragón dejó escapar una poderosa carcajada y disparó un chorro de fuego contra el caballero en retirada. Con un aullido de dolor, el caballero atravesó el puente como una bala. Al divisar un pequeño arroyo, sumergió rápidamente su chamuscado trasero en el agua fresca, sofocando las llamas en el acto.
El caballero reflexionó enfadado: "Recordad que el dragón puede que sea sólo una ilusión , ¿Y el fuego que sale de su boca? ¿Eso también es una ilusión? ¿cómo es que estoy sentado en este arroyo con el trasero quemado? - se exigió el caballero." "Debo regresar y enfrentarte al dragón de una vez por todas". El caballero se sintió acorralado en sus pensamientos. Se puso en pie de mala gana, inspiró profundamente y cruzó el puente levadizo una vez más.
El dragón le miró incrédulo. Vio un caballero verdaderamente terco. - ¿Otra vez? - bufó - Bueno, esta vez sí que te pienso quemar. Pero esta vez el caballero que marchaba hacia el dragón era otro; uno que se gritaba a si mismo una y otra vez: “¡El miedo y la duda son ilusiones!”, “¡El miedo y la duda son ilusiones!”, “¡El miedo y la duda son ilusiones!”
El dragón lanzó gigantescas llamaradas contra el caballero una y otra vez pero, por más que lo intentaba, lograba simplemente quemarlo pero no lograba hacerlo arder.
A medida que el caballero se iba acercando, el dragón se iba haciendo cada vez más pequeño en tamaño, y más pequeño, y más pequeño, hasta que alcanzó el tamaño de una lagartija.
Una vez extinguida su llama, el dragón comenzó a lanzar semillas.
Estas semillas - eran las Semillas de la Duda - que tampoco lograron detener al caballero. El dragón se iba haciendo aún más pequeño a medida que el caballero continuaba avanzando con determinación.
- ¡He vencido! - exclamó el caballero victorioso.
El dragón apenas podía hablar.
- Quizás esta vez, pero regresaré una y otra vez para bloquear tu camino. Por que me descubriste, me hago muy pequeño cuando te acercas a mi, pero no te confundas, nunca desaparezco.
Dicho esto, desapareció con una explosión de humo azul.
- Regresa siempre que quieras - le gritó el caballero - Cada vez que lo hagas, yo seré más fuerte y tú más débil.
El caballero echó la cabeza hacia atrás, riendo de pura alegría. Podía ver la cima de la montaña hacia donde se dirigía. El sendero parecía aún más empinado que antes, pero ya no importaba. El sabía que ya nada le podía detener.
(extraído del libro "El caballero de la armadura oxidada)
"La valentía no es la ausencia de miedo, sino la capacidad de actuar a pesar del miedo." - Mark Twain
EL MIEDO ES UNA SEÑAL QUE INDICA QUE EXISTE UNA DESPROPORCIÓN ENTRE LA MAGNITUD DE LA AMENAZA Y LOS RECURSOS QUE TIENES PARA RESOLVERLA.

El miedo es como la alarma de seguridad del auto, si apenas una simple hoja de árbol cae sobre él y esta se enciende, habrá que calibrarla, pero si unos ladrones quieren llevarse el auto y la alarma suena, es funcional.
MIEDO FUNCIONAL
AQUEL QUE UTILIZA LA SEÑAL DE MIEDO PARA DESARROLLAR RECURSOS FALTANTES O REINTERPRETAR LAS AMENAZAS.
MIEDO DISFUNCIONAL
AQUEL QUE INHIBE, ANGUSTIA O PARALIZA.
Estado de Fluir para realizar actividades
El concepto Flow, desarrollado por Mihaly Csikzentmi-hali (1991) corresponde a un estado MENTAL OPTIMO, en el que el individuo tiene una actuación que expresa la excelencia de su CAPACIDAD.
En este estado, la persona se siente profundamente implicada y centrada en lo que está haciendo, percibiendo un equilibrio positivo entre el nivel de amenaza y el despliegue de sus recursos internos.
Cuando La complejidad va más allá de la capacidad del individuo genera ESTRÉS, ANSIEDAD, MIEDO E INSEGURIDAD.

Cuando estamos en este estado de FLOW nos sentimos en un estado de:
Concentración por la tarea
Motivación intrínseca
Energía positiva
Felicidad
Sintonía entre cuerpo y mente
Ausencia de noción de tiempo
Sentimiento de concreción y éxito
Sentimiento de recompensa.
Ejercicio: Conversando con mis Miedos
Al Miedo debemos ponerle un guardapolvo, por un instante, como un maestro o una maestra, así nos enseña lo que debemos aprender de él.
Necesitamos escuchar al aspecto temeroso, reconociéndolo, legitimándolo, viéndolo como una señal, no como un enemigo para detectar lo que creemos que nos está faltando.
Sientate con tu Miedo, preguntale y escribe las respuestas:
1. ¿Cuando te instalás en el cuerpo de ........(Tu Nombre).......en que lugar lo haces?
2. ¿En que momentos apareces en (Tu Nombre) ?
3. ¿Cual es la amenaza que sentís?
4. ¿De que lo cuidas a (Tu Nombre)?
5. ¿Que piensa...((Tu Nombre).... cuando estas presente en el?
6. ¿Sentís que…….(Tu Nombre)……te escucha?
7. ¿Querés hacerle algún pedido a …….(Tu Nombre)……?
8. ¿Qué le ofreces a cambio?
9. ¿Qué le podes prometer, de ahora en más?
10. ¿Qué podes hacer la próxima vez que aparezcas en su cuerpo?
¿Cuántas cosas te estás perdiendo por miedo a perder?
¡Gracias por leer hasta el final!
Deseo que te sirva para seguir cumpliendo tus metas y objetivos , si deseas que te acompañe como tu Coach para desarrollar todo tu potencial o el de tu equipo, puedes escribirme aquí
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